FRANAKENSTEIN, UN SER SIN NOMBRE

Frankenstein. A todas luces un ser sin sombra, una sombra de destellos de esperanzas imposibles. Hay un protagonista en esta novela que habla de vísceras y corazones atormentados. Una mujer, en cada palabra y pensamiento que escribe en esta obra, se pregunta siempre, en cada giro, en cada letra; ¿merece la pena la vida ser vivida si no hay otro con quien poder compartir, aunque solo sea el odio de no tener a nadie a quien comunicar la luz de una sonrisa, el descubrimiento de un sentimiento en la humilde choza de un anciano, la frustración, la enorme frustración de no poder amarse un poco, aunque solo sea un poco? Platón, decía que la belleza, la verdad y el bien eran la misma cosa. ¿Podemos convivir con lo monstruoso? ¿Cómo? El monstruo que no tiene nombre, porque nadie supuso que lo echara en falta. ¿Pero de qué monstruo se ocupa ahora nuestro pensamiento? ¿Cuál de ellos? Aristóteles consideró que la sociabilidad era la condición para la vida plenamente humana, y que, sin ciudad, sin tribu, el ser humano es el más peligroso de todos los animales, porque quedaría desposeído de aquello que le otorga la naturaleza propia. No hay consuelo para un ser abandonado, para un monstruo despreciado. El amor que anidara, se extinguiría y se convertiría en odio y muerte, en destrucción. Cioran podría haber dialogado con Frankenstein, tal vez. Y le podría haber consolado, como quien consuela a un ser inconsciente de su propia naturaleza. 


“Los hombres no saben ser inútiles. Ellos tienen caminos que seguir, puntos que alcanzar, necesidades que realizar. ¡No saborean la imperfección, cuando el sentido de la vida es el éxtasis de esa imperfección! Pero ¿cómo revelarles la simplicidad de este misterio, cómo seducirlos con el resplandor de un misterio y embriagarlos con tan sencilla fascinación? Qué noches y qué días acuden a mi mente... Silencio nocturno en los jardines del sur...” en E.M. Cioran “Breviario de los vencidos”





 Hay en la Escuela de Arte de León una propuesta de trabajo interdisciplinar con el alumnado de primero: Frankenstein, la novela de Mary Shelley. Propuesta abierta a todas las materias, a todas las miradas que puedan abrir ventanas a todos los chicos y chicas de esta Escuela.

Comentarios